miércoles, 11 de mayo de 2011

La Salud y la Dieta


“En efecto, el nivel espiritual del individuo es una consecuencia forzosamente de su alimentación y el adelanto puede apreciarse de acuerdo al alimento que se toma.”
Yug Yoga Yoghismo.

De acuerdo a la OMS (Organización Mundial de la Salud), la SALUD es el estado de completo bienestar fisiológico, físico, y psico-social y no solamente la ausencia de enfermedad. En este sentido, la salud implica un balance cuerpo-mente-espíritu.
Actualmente, las principales causas de malestar físico-mental son el estrés y la mala alimentación. Alrededor del 26% de la población Occidental se encuentra en estado de mal nutrición, a pesar de que (o sobretodo por que) el consumo calórico excede de las 2000 Kcal diarias.

El desequilibrio de nuestros elementos, como entes completos (cuerpo-mente-espíritu) responde en gran medida a la mala calidad de nuestra alimentación. El alejamiento de los métodos naturales (mayor consumo de productos procesados, con adición de químicos, etc) y una falsa repartición de nuestros productos alimenticios (dieta mal balanceada, insuficiencia de nutrientes esenciales), traen como consecuencia una discordancia, una anormalidad en el balance de nuestros elementos.

Desde la década de los 60, diversos estudios han establecido correlación entre la dieta, el control de peso y la actividad física y la incidencia de cáncer y otras enfermedades. Igualmente, numerosos estudios ecológicos y de migraciones humanas han mostrado que la incidencia y la mortalidad de cáncer de mama, colorrectal y  de próstata están correlacionados positivamente con los alimentos más típicamente consumidos en las sociedades occidentales, como la carne, grasas totales y grasas de origen animal, y azúcares refinados, y negativamente correlacionada con el consumo de alimentos vegetales, tales como legumbres, cereales y fibra vegetal. 
Además del cáncer, otras enfermedades como las músculo-esqueléticas, entre otras, han sido relacionadas en cierto grado con la dieta y estilo de vida de los individuos.

Se nota cada día más la debilidad de nuestro organismo, poco tiempo se está consagrado al aire libre, a la marcha, al ejercicio ,y sobre todo al descanso verdadero en relajación completa. Nos encontramos rodeados de un mundo sintético, que favorece la pereza y somete a nuestro organismo a un esfuerzo nervioso constante. Así, las comidas espirituales que no es sólo lo que se come sino cómo se come, representan una herramienta indispensable para mejorar y mantener un bien estado de salud.

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