miércoles, 31 de agosto de 2011

El Microondas: una ayuda en la cocina o una amenaza para nuestra salud?


Desde mediados del siglo XX, el ritmo de vida se ha ido incrementado, y con él ha crecido la tecnología que  ha hecho posible este incremento, o…. es la disposición de ésta tecnología lo que nos ha hecho incrementar el ritmo de vida?. Sea cual sea la respuesta a esta interrogante, es claro que el estado de salud general de la población occidental ha ido en detrimento a pesar de los avances tecnológicos.
Será que millones de personas están desmejorando su salud, por ignorancia de las consecuencias en la aplicación de éstas tecnologías en su vida diaria?. Los hornos microondas nos han sido presentados como una solución milagrosa para el ahorro de tiempo en la cocina, pero ¿Tienen éstos milagrosos hornos algún otro efecto no palpable –además de alterar el sabor de ciertos alimentos?.
Las microondas son una forma de energía electromagnética, que, al igual que las ondas de radio o de luz, ocupan un espacio en el espectro electromagnético. Son ondas muy cortas de energía electromagnética que viajan a la velocidad de la luz. Fueron primeramente usadas para las comunicaciones de señales, hoy en día se utilizan para enviar señales telefónicas, satelitales, de radio y para calentar los alimentos.
A diferencia de las microondas provenientes del sol, las cuales actúan en un espectro de frecuencia amplio, las microondas de los hornos usan una gran fuente de poder que va hacia un espectro de frecuencia muy angosto. Esto causa que las moléculas de los alimentos, sobre todo las del agua cambien de polaridad millones de veces en poco tiempo, creando fricción entre ellas. El calor, es entonces generado por la fricción de las moléculas, mientras que la cocción convencional calienta los alimentos por convección, de afuera hacia adentro.
¿Qué tiene de perjudicial éste proceso?. Por un lado, el cambio de polaridad en las moléculas puede causar un cambio en su estructura llamado “isomerización estructural”, convirtiendo una cierta molécula en alguno de sus isómeros y por el otro, la fricción causada puede dañar la estructura celular de los alimentos, perdiendo éstos sus propiedades nutritivas.
Si recordamos un poco las clases de química, un isómero tiene un comportamiento fisiológico completamente diferente al de la molécula original. El cuerpo humano es electroquímico por naturaleza, así cualquier cosa que interrumpa o altere los eventos electroquímicos del cuerpo, alterará los procesos fisiológicos del mismo.
En 1991, llegó a la corte de Oklahoma una demanda a causa de la muerte de una mujer, que perdió la vida debido a una transfusión de sangre en la cual se utilizó un microondas para calentar la sangre. En Diciembre de 1989, un estudio conducido en Hawaii, llegó a la conclusión de que el acto de calentar las fórmulas para bebés en microondas convertía ciertos aminoácidos en isómeros no activos biológicamente y que además, uno de los aminoácidos, la L-prolina, era convertido en su d-isómero, el cual es neurotóxico. De hecho en 1976, la Unión Soviética prohibió el uso de hornos microondas. Un estudio clínico llevado a cabo en Suiza, arrojó evidencia de que los niveles de hemoglobina, HDL (colesterol bueno) y plaquetas en sangre disminuían significativamente luego de la ingesta de leche y/o vegetales cocidos en microondas.
Es inusual que esta información no haya sido muy difundida. Dos años después de la publicación de este último estudio, su autor fue encontrado culpable del cargo de “interferir con el comercio”, luego de ser demandado por la FEA (Asociación Suiza de Comerciantes de electrodomésticos) y se le prohibió la publicación de cualquier estudio.
Si bien, ésta sentencia fue revocada 6 años después por la corte internacional de derechos humanos, el hecho debe servirnos para reflexionar. Debemos poner en práctica nuestro sentido común y no confiar ciegamente en toda la información que nos llega. La forma en la que la población se alimenta siempre ha sido un gran negocio, en las últimas décadas hemos sido bombardeados con información contradictoria sobre los beneficios o perjuicios de ciertos alimentos…. El café es malo para la salud, la cafeína actúa en detrimento del sistema nervioso (finales de los 90´s)….. El café en realidad es bueno para la salud, es rico en antioxidantes que combaten los radicales libres (2010)..
Confiemos en nuestro sentido común, centrémonos y seamos conscientes que todo en exceso es malo y que, el procesamiento químico o físico de algún alimento tiene grandes probabilidades de modificar sus propiedades nutritivas.

martes, 30 de agosto de 2011

A recoger COCO!

Estaba frente a mí, pero nunca lo ví”....................... Esto ha pasado con incontables productos naturales que forman parte de nuestra vida cotidiana, no los "vemos" correctamente dando por sentado o desaprovechando sus beneficios, hasta que un estudio científico lo certifica, una compañía lo patenta y lo envasa y sobre pagamos por él en la alacena del supermercado. Esto pasó con el Coco.
Marco Polo lo llamó “nuez del faraón”, el coco es una fruta con amplias virtudes nutritivas. Esta fruta, que se cultiva en los climas tropicales y subtropicales, pertenece a la familia de las palmáceas. La pulpa o “carne”, contiene Tiamina (B1), Riboflavina (B2), Niacina (B3), Ácido Pantoténico (B5), B6, Ácido Fólico, Vitamina C, Calcio, Hierro, Magnesio, Zinc, Fósforo y Potasio. Además de Vitamina E. Es rico en fibra, por lo que tiene un leve efecto laxante, ayudando al correcto tránsito intestinal. Además del contenido de vitaminas, minerales y proteínas, el consumo de coco en ayunas ayuda a prevenir parásitos intestinales. Es importante consumirlo en cantidades reguladas, ya que es un fruto altamente energético y con un  contenido considerable de grasas poli- insaturadas. Sin embargo, para personas que llevan una dieta balanceada, así como para aquellas que realizan actividades de alto desgaste físico es la opción ideal para sustituir algunos complejos nutritivos sintéticos
 El agua de coco es una de las mejores alternativas naturales para la reposición de electrolitos, la eliminación del alcohol en la sangre y la regularización gastro-intestinal. Ha sido llamada el “suero de la naturaleza”. Durante muchas guerras fue usada como suero intravenoso, rehidrata rápidamente, contiene un pH más básico que las bebidas energéticas o deportivas artificiales, no contiene colesterol y es baja en carbohidratos.
En la actualidad es envasada y vendida como bebida deportiva. Quizá  el notar una lata de agua de coco importada en el gimnasio, nos haga “ver” la gama de productos alternativos que nos ofrece el ambiente que nos rodea y nos decidamos a enriquecer sabiamente nuestra dieta.

domingo, 29 de mayo de 2011

La Serotonina: un neurotransmisor clave en la Dieta



La serotonina es un neurotransmisor, es decir, se encarga de llevar señales al Cerebro y casi el 90% es sintetizado por un tipo de células del epitelio que cubre el trato gastrointestinal.

A pesar de que las funciones de los neurotransmisores son difíciles de determinar específicamente, se cree que la serotonina esta relacionada con:
  • Regular el apetito  mediante la saciedad, equilibrar el deseo sexual, controlar la temperatura corporal, la actividad motora y las funciones perceptivas y cognitivas.
  • Interviene conjuntamente con la dopamina y la noradrenalina, en la regulación de la angustia, la agresividad, el miedo y la ansiedad, así como los problemas alimenticios.
  • Es necesaria para elaborar la melatonina, que es la encargada de la regulación del sueño.
De acuerdo a la Medicina Asiática Tradicional, la serotonina es un fluído Yin, ya que disminuye al atardecer porque a partir de ella se sintetiza la melatonina en la glándula pineal por la noche  (produciendo sueño) y aumenta al amanecer. De hecho los hombres producen cerca de un 50% más de serotonina que las mujeres, por lo que éstas tienden a sufrir de deficiencias de este neurotransmisor. 

El estrés así como los defases en el biorritmo (transnocho, comer a deshora) pueden alterar los niveles de serotonia, aumentando el Yang en el organismo. La acumulación de grasa, depresión, síndrome premenstrual, dolores de cabeza, retención de líquidos e insomnio, están relacionados con bajos niveles de serotonina.

La Serotonina es sintetizada a partir del triptófano, uno de los aminoácidos esenciales. Debido a que el cuerpo no sintetiza ninguno de éstos aminoácidos, es importante incorporar en nuestra dieta alimentos que lo contengan y, si se sospecha de una deficiencia de serotonina, entonces se debe aumentar la ingesta de estos alimentos.

Algunos de los alimentos que contienen triptófano son los huevos, productos lácteos, cereales integrales, pescado, chocolate oscuro o cacao, nueces, ajonjolí y soya. Sin embargo, es necesario también ingerir omega 3, magnesio y zinc, los cuales se obtienen de legumbres y verduras.

Una vez más se evidencia lo importante que es la forma en la que nos alimentamos para poder obtener y mantener un buen estado de salud. Definitivamente, somos lo que comemos!

miércoles, 11 de mayo de 2011

La Salud y la Dieta


“En efecto, el nivel espiritual del individuo es una consecuencia forzosamente de su alimentación y el adelanto puede apreciarse de acuerdo al alimento que se toma.”
Yug Yoga Yoghismo.

De acuerdo a la OMS (Organización Mundial de la Salud), la SALUD es el estado de completo bienestar fisiológico, físico, y psico-social y no solamente la ausencia de enfermedad. En este sentido, la salud implica un balance cuerpo-mente-espíritu.
Actualmente, las principales causas de malestar físico-mental son el estrés y la mala alimentación. Alrededor del 26% de la población Occidental se encuentra en estado de mal nutrición, a pesar de que (o sobretodo por que) el consumo calórico excede de las 2000 Kcal diarias.

El desequilibrio de nuestros elementos, como entes completos (cuerpo-mente-espíritu) responde en gran medida a la mala calidad de nuestra alimentación. El alejamiento de los métodos naturales (mayor consumo de productos procesados, con adición de químicos, etc) y una falsa repartición de nuestros productos alimenticios (dieta mal balanceada, insuficiencia de nutrientes esenciales), traen como consecuencia una discordancia, una anormalidad en el balance de nuestros elementos.

Desde la década de los 60, diversos estudios han establecido correlación entre la dieta, el control de peso y la actividad física y la incidencia de cáncer y otras enfermedades. Igualmente, numerosos estudios ecológicos y de migraciones humanas han mostrado que la incidencia y la mortalidad de cáncer de mama, colorrectal y  de próstata están correlacionados positivamente con los alimentos más típicamente consumidos en las sociedades occidentales, como la carne, grasas totales y grasas de origen animal, y azúcares refinados, y negativamente correlacionada con el consumo de alimentos vegetales, tales como legumbres, cereales y fibra vegetal. 
Además del cáncer, otras enfermedades como las músculo-esqueléticas, entre otras, han sido relacionadas en cierto grado con la dieta y estilo de vida de los individuos.

Se nota cada día más la debilidad de nuestro organismo, poco tiempo se está consagrado al aire libre, a la marcha, al ejercicio ,y sobre todo al descanso verdadero en relajación completa. Nos encontramos rodeados de un mundo sintético, que favorece la pereza y somete a nuestro organismo a un esfuerzo nervioso constante. Así, las comidas espirituales que no es sólo lo que se come sino cómo se come, representan una herramienta indispensable para mejorar y mantener un bien estado de salud.